Hubo muchos momentos fuertes en esa noche: la participación del joven hijo de Juan Miguel Jiménez y un duo perfecto de Manual de Falla, el cante y el baile con castañuelas de una Sevillana por una participante japonesa, y sobre todo, el Carmen de Bizet improvisado, cantado a la vez por unas 15 sopranos y mezzo sopranos, con la perfecta acústica que ofrece la cueva. Emociones, emociones. En la segunda parte, contamos con un bailaor y una bailaora impresionantes y la introducción de un instrumento mágico, el Han de Suiza, tocado con armonías de flamencas y acompañando los cantes y bailes.
Una noche muy muy especial. Gracias a todos por vuestra participación y entusiasmo en esta audaz empresa de aprender y difundir la interpretación de la canción española.
Caroline de Cannart, RR. PP. de Castila.